La Doncella ha visitado esta estupenda exposición en la que se representan trabajos para tapices que le encargaron junto a otros artistas del momento. Por supuesto nos gusta recomendar una muestra genial del Museo del Prado y el patrocinio de Axa y Fundación Axa, que podréis ver sólo hasta el 3 de mayo de 2015. Imprescindible si estáis en Madrid.
Los cartones de tapices de Goya llegaron como parte de los fondos fundacionales del Museo en 1870, procedentes de los almacenes del Palacio Real adonde habían sido trasladados desde la Real Fábrica de Tapices de Santa Bárbara en 1857.
Fueron localizados justamente en 1869 por Gregorio Cruzada Villamil, quien también los publicó por primera vez.
Comenzó en el Prado su gradual restauración, ya que habían estado enrollados durante decenios, y su exposición en las salas del Museo. Su exhibición al público culminó con la nutrida selección destinada por su director, Aureliano de Beruete, a varias salas de la planta baja especialmente dedicadas a Goya y, en su caso, decoradas con estucos dorados de carácter dieciochesco, que fueron inauguradas en 1921. Allí permanecieron con ligeros cambios que incluyen su desmontaje durante la Guerra Civil, hasta 1982, cuando esas salas se cerraron con motivo de la segunda fase de las obras de climatización del Museo.
Se expusieron a partir de 1983 en la crujía este de la planta principal, en su zona sur, donde se pudieron organizar por primera vez cronológicamente y según las sucesivas series, y donde se incluyeron además los bocetos que hasta esa fecha había adquirido el Museo. A partir de 1998 pasaron a las salas especiales que ocupan en la actualidad en la segunda planta sur del edificio de Villanueva.
A la temprana bibliografía de Cruzada Villamil se unió en 1946 la publicación de Valentín de Sambricio, que incluía la documentación sobre los cartones del archivo de palacio y de la Fábrica de Tapices. En 1971 Jutta Held incluyó los cartones de Goya como parte fundamental de su estudio de la manufactura de tapices en la España del siglo XVIII, al que hay que añadir la decisiva monografía de Janis Tomlinson de 1993, a partir de su tesis doctoral, con la que se inició el riguroso análisis de estas obras y de sus fuentes, fundamental para entender el trabajo de Goya. En la actualidad se ha puesto en marcha un programa a medio plazo para la investigación, estudio técnico y restauración de todo este conjunto, de lo que esta exposición es sólo un pequeño avance.
Redacción: Museo del Prado
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